The Spirit fue un personaje creado por el consagrado maestro del cómic Will Eisner. Fue en 1940, pero es uno de los personajes que mejor ha sobrevivido al paso del tiempo. La obra se incluye dentro del género negro y policíaco. Los casos por los que se desvive el personaje son tramas que mezclan comedia, costumbrismo, disparos por doquier, femmes fatales y aventuras inesperadas de simples casos en principio pero que se retuercen con el avance de la historia.
Las historias eran increíbles, siempre
sorprendían al lector con giros inusuales y nada era en principio, lo
que parecía ser. Ahí residía el verdadero poder de este genial cómic.
Historias de unas ocho páginas, normalmente autoconclusivas, con gran
repertorio de estilos, nuevas técnicas y originales formas narrativas.
The Spirit. Las nuevas aventuras
narra historias originales de diversos autores en homenaje al personaje
creado por el hombre, que da nombre, al premio más prestigioso dentro
del mundo del cómic. Denny Colt es un justiciero enmascarado que se hace
llamar The Spirit. Este hombre de traje azul y borsalino
idéntico lucha contra el crimen desde todas sus facetas. El señor Colt
presuntamente fallecido y provocado por uno de los experimentos del Dr Cobra, quedó en animación suspendida por un tiempo. Pero regresó de entre los muertos… como The Spirit.
The Spirit. Las nuevas aventuras
es una obra que la extinta Kitchen Sink decidió publicar en 1997 con el
permiso de Will Eisner. Reune a autores de renombre como Alan Moore,
Neil Gaiman, Dave Gibbons, Paul Chadwick, Mark Schultz, David Lloyd,
Paul Pope, Tom Mandrake, Kurt Busiek, Brent Anderson y hasta Moebius. Todos rinden homenajes a The Spirit con sus historias
Historias de ocho páginas en el que encontraremos tramas tan brillantes como los orígenes de Octopus, uno de los archienemigos del protagonista. O Los chismorreos y Gertrude Granch,
una historia en la que nada es lo que parece ser, que te dejará con el
culo torcido con el detalle fantástico que contiene; y que ni The Spirit sabe digerir. O la brillante aportación de mi amado Kurt Busiek con El Samovar de Shooshnipoor. O Jay Stephens en El fantasma de Tiger Traps,
una de esas historias que parecen infantiles pero que aportan
«realidad» a la vida. Una finura futurista ilustrada por Daniel Torres,
argumento que recuerda bastante a las tramas de la desaparecida revista
Zona 84. Y por supuesto, Alan Moore (el mejor, el buen guionista de su
tiempo) aporta bastante material. Neil Gaiman, también.
Esto es una obra de arte se mire por donde se mire.
Este ejemplar está a la venta en este enlace:
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